La canción de las cigarras - Alberto Cortez

Oye el niño boquiabierto\nla canción de las cigarras,\nla canción de las cigarras,\nla canción de las cigarras.\nNiño la tabla del cinco…\nRepita toda la tabla…\nDígame niño, ¿qué comen\nárboles, hierbas y plantas?.\nConjugue el verbo «„callarse“»…\nniño salga a la pizarra…\ny escriba cuarenta veces:\n«„Yo no sé nada de nada“».\nY el niño escucha suspenso,\nla canción de las cigarras,\nla canción de las cigarras,\nla canción de las cigarras.\n«„Niño, no cruces la calle…\nNiño, te quedas en casa…\nNiño, silencio, no grites…\nNiño, la puerta, no salgas…\nNiño, la sopa está fría…\nNiño, no sé qué te pasa…\nNiño, ¡qué mal educado…\ncuando hablo yo, tú te callas!.“»\nY el niño escucha perplejo\nla canción de las cigarras,\nla canción de las cigarras,\nla canción de las cigarras.\n«„Niño, no digas mentiras…\nNiño, levanta la cara…\nNiño, no toques los libros…\nNiño, cierra la ventana…\nNiño, no pises el barro…\npero niño, ¡por Dios, que te manchas…\nNiño inútil, niño tonto…\nque no sirves para nada…“»\nY el pobre niño no entiende\nla canción de las cigarras,\nla canción de las cigarras,\nla canción de las cigarras.\nPasará el tiempo y el niño\npensará en una muchacha.\nSe dejará la inocencia,\nDios sabe, dónde olvidada.\nVenderá por cuatro cuartos,\nla libertad, la esperanza.\nTendrá un amor y unos hijos,\ntendrá un jornal y una casa.\nY sin darse apenas cuenta,\ncomo por arte de magia,\neste pobrecito niño\nse convertirá en cigarra.